26 enero 2009

Familia disfuncional



Guayaquil, 27 de enero de 2009.

Cuento sobre una familia disfuncional

Transcribiré parte de un cuento que me pareció muy curioso:

La historia es sobre un hogar formado por el papá y muchos hijos, los que tenían varios negocios que daban buenas ganancias. Cuando los hijos llegaron a la edad adulta, todos los negocios fueron aglutinados en una sola sociedad donde todos tenían participaciones en partes iguales, y delegaron al papá como administrador general, ya que este les había dicho que sabía como hacerlo. Para realizar su trabajo, el papá, elaboró un reglamento pero apenas lo presentó, varios de sus hijos lo incumplieron y el papá se hizo el que no se daba cuenta.

El producto más rentable que tenía esta familia era uno donde solamente tenían que hacer un hueco en la tierra para recogerlo. Como había cada vez más dinero, el papá lo gastaba en lujos que antes no había tenido pero que siempre los deseó. Se compró un avión tan lujoso que en cierta ocasión en que varios de sus hijos menores le pidieron que los deje subir, aceptó con la condición que se coloquen unas fundas plásticas en los zapatos, para que no lo ensucien. También se construyó un trencito pero como no lo sabían manejar se volcó.

Cuando el papá ordenó que le construyan varios caminos, el hijo a cargo del trabajo entregó al contratista, como anticipo, casi la totalidad del valor de la obra; este hijo era mentiroso, había hecho creer a los demás miembros de la familia que ya había construido un enorme puente, pero la realidad era que apenas se había iniciado la obra, y para lograr su ardid elaboró en una computadora un video donde se veía puente con camiones pasando, y difundió el video como real.

Otro hijo al que le gustaban los deportes, organizó unas olimpiadas para toda la familia, y se dio a la tarea de construir las canchas y demás infraestructura deportiva; por muchos años dichas olimpiadas serán recordadas como las peores de la historia familiar porque estas se desarrollaron cuando las canchas no se habían terminado de construir pero ya se había pagado por ellas.

La abundancia de dinero tenía atontado al papá, se había olvidado que solamente era el administrador de un negocio que era de toda la familia, por lo que cada vez más hijos empezaron a dudar de su capacidad como administrador.

Cuando se inició una crisis económica mundial, el papá tranquilizó a la mayoría de sus hijos diciendo que a su familia eso no le afectará; varios de los hijos le contradijeron, lo que lo molestó; hasta que el preció del producto que recogían del suelo cayó.

Por culpa de la crisis, ordenó que a sus hijos más pequeños no les pongan pañales desechables, que las hijas que quieran utilizar toallas sanitarias paguen más o que regresen a métodos medievales, el detergente costaba lo mismo pero su peso era menor, en total eran cientos de productos que subieron de precio. El papá decía que era una medida necesaria hasta salir de la crisis, pero el seguía siendo el derrochador de siempre; cada mes se iba a algún país extranjero y llevaba a sus amigos a pasear y a todos los demás hijos obligaba a pagar los planillas, gastaba mucho dinero en promocionar por la prensa ciertas premisas que cada vez eran más cuestionadas por sus hijos:

“La culpa de la crisis económica es de los anteriores administradores”.
Pero sus hijos veían que escogió a varios de los antiguos administradores como colaboradores.

“Este administrador tiene las manos limpias”.
A esto una hija le contestó, si las tienes limpias será porque no trabajas; el papá le dijo a gritos que estaba loca.

“La deuda que tiene la familia con ciertos extranjeros es ilegítima por lo que no la pagaremos”.
Sin embargo, a los pocos días pagó los intereses y anunció que compraría los pagarés de esta deuda; ante esto varios hijos dijeron que si su papá compraba algo de procedencia ilegal se convertiría en cachinero.

Al inicio del presente Comentario califiqué al cuento referido como curioso porque no creo que exista una familia donde realmente se den estos acontecimientos, considero que una familia que cuente con hijos con mediana inteligencia no toleraría a un papá que derroche el patrimonio familiar en satisfacer su ego y la avaricia de unos cuantos hijos - que se habían ganado su favor porque eran adulones - en desmedro de la mayoría.

11 enero 2009

Los niños aprenden lo que viven

Tomada de http://www.sinanimodelucro.wordpress.com/

¿Sabías, que somos responsables de lo que nuestros hijos creen de sí mismos, y que esto empieza desde el momento en que nacen?

Los niños creen 100% en sus padres, y son su figura número 1 a imitar, para ellos papá y mamá son lo MÁXIMO, hasta que nosotros mismos les demostramos lo contrario. Y es que son seres tan frágiles que con sólo una de tus palabras, o una acción involuntaria tuya, pueden lastimar su corazoncito.

Has visto a tu hijo (a) llorar con tanto sentimiento sin razón, por algo que paso contigo, que hasta el aire les falta, y no has querido llorar con ellos?, y aunque lo abraces y acaricies, podrás detener su llanto, pero no el dolor que hay en su corazón.

Las palabras y acciones tuyas pueden destruir el futuro de tu hijo, él será quien le dijiste que es, si le has dicho que es un campeón, entonces será un campeón, pero si por lo contrario cuando derramó la leche o quebró un vaso, le dijiste ?inútil?, has creado en él un sentimiento de fracaso que si no lo detienes a tiempo, tu hijo empezará a fracasar en todo.

Los niños aprenden 100% lo que viven, lo que ven, lo que les dicen, y eso es lo que ellos demostrarán a los demás, si tu hijo se siente amado, aunque tú no estés a su lado, se sentirá seguro porque sabe que sus papás lo aman y están ahí, aunque no estén presentes. Esto se logra diciéndoselo, abrazándolo, besándolo, y demostrándoselo en todo y cuanto hace.

Has visto a un niño de 3 años, cuando hace cualquier cosa insignificante para uno, como pararse en un pie y decirte mami mira, él espera ver tu reacción, si en lugar de alabar su maroma lo regañas y le dices que estas ocupado, nunca más te enseñará una maroma por simple que sea, si por el contrario lo felicitas y le dices? Guao!, verás que te seguirá mostrando sus hazañas, que aunque para ti sean simples, para él es uno de los mayores descubrimientos y que a la vez está desarrollando su capacidad motora.

Quieres darte cuenta si en tu casa hablan a gritos?, escucha como habla tu hijo, si habla a gritos es porque no le estas prestando la atención necesaria y esa es su manera de lograrlo o que esta acostumbrado a un ambiente hostil. En cambio si vez que tu hijo te llama la atención cuando subes el tono de voz con tu pareja o hacia ellos, quiere decir que no esta acostumbrado a esto, y le desequilibras su entorno.

Quieres entonces que tu hijo sea un triunfador y sobre todo un niño FELIZ?, pues lo será siempre que tú estés ahí para ayudarle a limpiar la leche cuando la bote, para recoger los vasos rotos, para alabar sus maromas y hazañas, para secar sus lágrimas cuando se crea por vencido, para animarle a continuar y a terminar lo que ha empezado, para decirle que lo amas y que es el mejor regalo que Dios te ha dado, entonces sólo así tu hijo podrá decir, soy lo que soy, gracias a quien me lo enseñó y podrá salir adelante en las situaciones que se le presenten por más difíciles que sean..

Te invito a que esta noche, vayas a la cama de tu hijo(a), y mires lo indefenso que es, y sientas la paz que te transmite cuando esta dormido(a), y ahí frente a su cama, pregúntate, ¿Qué está aprendiendo mi hijo(a) de mí?, y ora de la siguiente manera:

Agradece a Dios por tu hijo(a), por este regalo precioso que te ha dado, sea en las circunstancias que fueran, es un regalo de Dios para tí.

Pide perdón a tu hijo(a) por cada palabra y acción que lo hirió, y pídele a Dios que sea Él quien te guíe de ahora en adelante.

Haz lo que hizo Abraham con Isaac en Génesis 22, entrégaselo a Dios y que sea Él, el encargado de guiarte en la crianza de tu hijo(a), quien mejor que Dios, que tanto nos amo que entregó a su hijo único, para salvarnos. Juan 3:16

A partir de ahora, recuerda que todo lo que tu hijo aprende, es lo que vive y que tu eres responsable en gran parte de esto. Y tu hijo enseñara a sus hijos lo que el aprendió.
Esta en tus manos.

Señor, gracias por mi hijo (a), gracias por que Tú lo tejiste en el vientre, porque Tú me has dado este regalo tan grande, pido que me des sabiduría para guiarlo por el camino correcto. Enséñame a amarlo tanto como Tú me amas, y enséñame cómo ser el padre que tú quieres que yo sea. En tu altar lo entrego y pido que tu hagas con él tu perfecta voluntad.

Gracias Señor, Amén

Nota: Una colaboración de Patricia Vélez Lemos