10 julio 2009

Reflexiones de una Madre emigrante

Reflexiones de una Madre Emigrante

Hace tiempo analizaba como había cambiado mi manera de ver y vivir la maternidad en estos últimos años. Siempre soñé con ser mamá, adoraba jugar con muñecas y cuidarlas como si fueran mis hijos, pero nada se compara a lo que siento hoy.
Recuerdo que era de las que decía: el niño debe dormir en su cuarto, debe tener su lugar, creía que las penitencias y los castigos eran necesarios, creencias que uno adquiere a medida que crece y ve como educan los demás, un poco de conductismo y firmeza, no le hace mal a nadie...pensaba.
Pero el ser mamá me cambio totalmente la perspectiva
  • ¿Cómo podía lastimar a ese ser tan pequeño e indefenso?
  • ¿Cómo dejarlo solito en una habitación vacía?
  • ¿Cómo negarle mi pecho, si la naturaleza me daba la posibilidad de darle el mejor alimento del mundo
  • ¿Como podía dejarlo llorar?
  • ¿Como podía castigarlo, si mi alma se destrozaba al ver esos ojitos tristes?
Y entonces ¿qué hacia?
Si todo lo correctamente aceptable por la sociedad iba en contra de mis sentimientos. Fue así que descubrí que existía otra forma de educar, basada en el amor y el respeto.

La crianza con apego.

¿Y qué es esto, me pregunté?

Básicamente AMOR.

Ese amor tan grande y puro que sólo se siente por un hijo.

Y allí fui yo, con mucho instinto, amor y respeto, poniéndome en su lugar, tratando de entender sus conflictos, sus rabietas, respetando cada uno de sus tiempos, proponiéndome hacer de cada día un día único, especial, por que es así, cada día de su vida es irrepetible y por eso debe ser inolvidable.

Y así crecemos, y digo “crecemos”, por que en cada momento compartido crezco como madre, a su lado, descubriendo ese maravilloso mundo de fantasía e inocencia en el que viven y del cual soy participe en cada momento. Sólo me basta sentarme en el piso y dejarme llevar para poder entrar.

Ver crecer a mis hijos, Johann Paris y Jean Claude es el mejor regalo que Dios me ha dado en la vida.

¡Y que importa si descuide mi carrera!

Ser mamá es mi mejor profesión...y los besos, las risas, y los TE AMO de mis hijos.
La mejor paga. Eso no lo cambio por nada en el Mundo.

¡ME ENCANTA SER MAMÁ!

Para todas mis queridas amigas de Ecuador y de España con cariño Pathy Mireya (basado en hechos reales)

Una colaboración de Patricia Jiménez
mirejean75119@hotmail.com